El IPC ha caído de nuevo en mayo respecto al mismo mes del año pasado hasta el -0,9%, tercer registro negativo interanual consecutivo desde 1962. Aunque seguirá bajando en los próximos meses influenciada por los precios a la baja de industria, manufacturas y servicios, los analistas creen que es algo coyuntural. El alza del precio del crudo apunta que la economía se recuperará después del verano.
El Índice de Precios al Consumo (IPC), cuya actualización mensual publica hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE), se mantuvo sin cambios en mayo respecto al mes anterior, pero bajó siete décimas en tasa interanual hasta el -0,9%, una décima más de lo que adelantó el IPC armonizado (IPCA), que situaba la variación interanual de los precios en el -0,8%. La inflación alcanza un nuevo mínimo histórico internanual, tras encadenar su décimo descenso consecutivo, y desde 1961, año en el que se inicia la serie histórica del IPC, nunca se había experimentado una tasa interanual tan negativa de crecimiento de los precios.
Esta tasa contrasta con la obtenida en mayo de 2008 (4,6%), uno de los meses en los que los precios mantenían una senda ascendente por el encarecimiento del petróleo. La inflación interanual se aleja y mucho de los máximos cercanos al 5% que alcanzó durante el verano pasado, cuando los precios tocaron 'techo' en el mes de julio, con un IPC del 5,3%. A partir de entonces, la inflación comenzó a descender. Desde julio de 2008 hasta mayo de 2009, el IPC se ha reducido más de seis puntos, aunque, de momento, el Gobierno ha descartado una situación de deflación -el FMI considera que hay deflación cuando los precios decrecen durante dos trimestres consecutivos-. Así lo creen también los analistas consultados por Expansión.com, los cuales hablan de un proceso de desinflación y ajuste coyuntural, pero no de deflación.
La inflación subyacente tira a la baja
Por su parte, la inflación subyacente (que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados) se situó en mayo en el 0,9%, cuatro décimas inferior a la tasa de abril, mientras que el Indicador de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) alcanzó el -0,9% interanual, siete décimas menos que en el mes anterior.
Este componente subyacente es el más preocupante para los analistas, según explica a Expansión.com José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "La bajada del IPC general ha sido algo mayor de lo esperado, por lo tanto, no son buenas noticias y se podrían calificar de inquietantes en términos económicos, ya que las presiones deflacionistas son elevadas y hay una debilidad evidente, tal como muestra el componente subyacente de los precios del sector industrial y manufacturero, servicios y energía".
Según los datos del INE, la diferencia del precio del petróleo respecto a hace un año es la principal causa de la caída de la inflación. En mayo del pasado año el precio del barril de Brent se situaba en 124,68 dólares, más del doble de los 58,59 dólares del pasado mes, de ahí el fuerte efecto que tiene sobre la tasa interanual. Asimismo, la caída de precios en el transporte ha encarecido menos los carburantes y lubricantes que en 2008. De hecho, el organismo estadístico destaca que la tasa anual de esta parcela, del -24%, es la más baja registrada desde agosto de 1986. También contribuyó en menor medida al descenso interanual de los precios el abaratamiento de los alimentos -sobre todo frutas, carne de ave y leche- y de las bebidas no alcohólicas.
En opinión de José Carlos Díaz, economista jefe de Intermoney, el dato del IPC de mayo muestra que continúa el proceso de desinflación por el componente subyacente servicios e industriales, pero no es preocupante, aunque influye para que los precios sigan yendo a la baja. El precio del petróleo, al alza, será determinante para que en los próximos meses la economía se recupere.
"Los precios se van a dar la vuelta con mucha fuerza", explica Díaz. "El precio del petróleo ya está en los mismos niveles que septiembre del año pasado, por tanto, en septiembre de este año el crudo ya no tendrá influencia en la bajada de precios". Mientras, el experto considera que "en el sector servicios la desinflación es positiva, ya que España no puede devaluar y por tanto tiene que bajar precios, pero en el conjunto de la economía, el dato del IPC de este mes es la muestra de que la economía es flexible y se está ajustando a las circunstancias y mejorando su competencia para salir de la crisis".
A su juicio, antes de que acabe el año habremos visto cómo el IPC cambia de tendencia y en el segundo semestre es posible que salgamos de la recesión. "Lo peor ha pasado ya. Ahora, lo importante es atajar el desempleo y las bajas tasas de actividad, pero la evolución del IPC no es determinante", apunta Díaz. Así lo cree también Martínez Campuzano: "No estamos en deflación ni vamos camino de la deflación, en mi opinión, ya que son datos temporales y a final de año la evolución de los precios volverá a recuperar un ritmo positivo, aunque en los próximos meses seguirá bajando en similares porcentajes".
Fuente: Expansión