Por Alex Frangos y Katie Martin
El dólar se recuperó en las operaciones europeas el jueves, luego de registrar caídas significativas en Asia, donde alcanzó un mínimo de 14 años contra el yen y obligó a varios gobiernos a intervenir para frenar su descenso.
Los inversionistas se volcaron al dólar en Europa en medio de temores sobre la última crisis de deuda, esta vez del emirato de Dubai. Aunque el dólar se estabilizó en Europa, los operadores siguen siendo pesimistas sobre las perspectivas de la divisa estadounidense.
En negociación en la tarde en Londres, el euro se ubicaba a US$1,5071, luego de haber llegado a un máximo de US$1,5142 durante la jornada de negociación de Asia. El dólar llegó a los 86,73 yenes, luego de haber descendido a 86,26 yenes, un nivel no visto desde julio de 1995. La libra esterlina se ubicó a US$1,6541, luego de alcanzar un máximo de US$1,6725 durante la jornada de negociación en Asia.
Las bruscas fluctuaciones se produjeron en medio de un volumen de transacciones menor a lo normal debido al feriado del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Los operadores indicaron que el bajo volumen podría amplificar las fluctuaciones, especialmente a medida que los inversionistas tratan de evaluar el impacto de los problemas de deuda de Dubai. Afectado por un lento crecimiento, el conglomerado estatal Dubai World ha solicitado un aplazamiento de seis meses de US$60.000 millones en deuda.
La noticia tomó por sorpresa a los inversionistas que se habían vuelto más optimistas sobre las perspectivas de Dubai y provocó una salida de activos más riesgosos, como las acciones, y de vuelta al presuntamente más seguro dólar. Los mercados bursátiles europeos también cayeron de forma pronunciada el jueves.
El leve repunte del dólar en Europa será bienvenido en Asia, donde la persistente debilidad de la moneda estadounidense complica las medidas de recuperación en las economías impulsadas por las exportaciones, como la de Japón. Algunos analistas proyectan que la divisa japonesa continuará ganando terreno frente a la moneda verde y que pronto podría superar su nivel más alto de 80 yenes por dólar alcanzado en abril de 1995. La moneda japonesa también se disparó contra la libra y los dólares australiano y neozelandés.
"La situación probablemente no cambiará en un futuro cercano", dijo Tomoko Fujii, analista de investigación global de Bank of America Merrill Lynch. A principios de esta semana, el banco revirtió su proyección que preveía un debilitamiento del yen contra el dólar.
Aunque el sector empresarial de Japón ha tomado medidas para reducir el impacto de un yen fuerte, las persistentes presiones deflacionarias podrían llevar a Japón a intervenir en los mercados para contener el yen, algo que no ha hecho desde 2004. Una divisa local más fuerte reduce el costo de los bienes importados y refuerza la idea entre los consumidores de que los precios continuarán bajando.
En las operaciones de Asia, el dólar cayó hasta 86,3 yenes, un nivel no registrado desde julio de 1995. El dólar repuntó en Europa y alcanzó los 86,3 yenes.
Aunque Japón se mantuvo firme, otros países tomaron agresivas medidas para comprar dólares, según operadores. Filipinas, Tailandia, Singapur y Corea del Sur parecían estar vendiendo sus divisas el jueves. El Banco Nacional de Suiza intervino para vender dólares cerca del final de la sesión en Asia, dijeron operadores. El banco central no quiso hacer comentarios.
Analistas de UBS AG indicaron que esta fue la cuarta vez que el Banco Nacional de Suiza ha intervenido en los mercados de divisas este año y agregaron que el enfoque en la tasa de cambio entre el franco suizo y el dólar fue una sorpresa.
El dólar se negoció a 1,0044 francos en las transacciones en América del Norte, de 0,9959 francos el miércoles por la tarde en Nueva York.
El ministro de Finanzas de Japón, Hiroshisa Fujii, afirmó el jueves que el país está "en la etapa de monitoreo cuidadoso" y sugirió que aún podría estar a varios pasos de ordenar una intervención para vender yenes. También dijo que las autoridades japonesas tomarán las medidas adecuadas contra las fluctuaciones "anormales" de divisas, haciendo eco de comentarios hechos anteriormente cuando el dólar empezó su declive hacia el nivel de 90 yenes y el gobierno decidió no intervenir.
El último movimiento del dólar se produjo después de que el martes la Reserva Federal de Estados Unidos hiciera públicas las minutas de su reunión de noviembre en la que sugirió que los actuales niveles de debilidad del dólar no era un punto de preocupación entre los estrategas monetarios.
Fuente: WSJ